lunes, 30 de noviembre de 2009

El Fin De La Edad Media

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EDAD MEDIA




La Edad Media
La expresión "Edad Media" ha sido empleada por la civilización occidental para definir el periodo de 1000 años de historia europea entre el 500 y 1500 d. C. EL inicio de la Edad Media está señalado por la caída del Imperio Romano Occidental, gen
eralmente tomado como el fin de la historia clásica antigua. El inicio del Renacimiento (de Europa) marca el final de la Edad Media. Entre los acontecimientos que determinaron el final de este periodo destacan la caída de Constantinopla en 1453; la utilización por primera vez de la imprenta en 1456; el descubrimiento de América en 1492; la Reforma Protestante iniciada por Lutero en 1517, y el florecimiento de las artes en
Italia. La Edad Media se sitúa, por lo tanto, entre lo que conocemos como historia antigua e historia moderna.
En Asia y Oriente Medio, este periodo histórico no entra fácilmente dentro del concepto europeo de Edad Media. China evolucionó paulatinamente desde los tiempos prehistóricos hasta el comienzo de la historia moderna occidental sin los bruscos cambios que tuvieron lugar en Europa. El poder en China estuvo en manos de diferentes dinastías y también fue víctima de invasiones, pero su cultura fundamental progresó de una manera estable. Japón también se desarrolló a un ritmo estable y sin interferencias. La historia de Oriente Medio se adapta un poco más a la Edad Media europea, al tratarse de zonas más cercanas y entre las que el contacto era continuo.
La Alta Edad Media
Tras la caída de Roma, Europa occidental entró un periodo conocido como la Alta Edad Media. Una de las razones por las que se le aplicó este nombre es que gran parte de la civilización romana fue aniquilada y reemplazada por una cultura más bárbara. Otro de los motivos es la escasez de documentos escritos que arrojen luz sobre esta etapa de la historia.

La Baja Edad Media
Esta época fue testigo de un extenso movimiento de ruptura por toda Europa y de la sustitución de la cultura romana, predominante hasta el momento, por la de las tribus germánicas. Durante 500 años, Europa había sufrido continuas guerras e invasiones. Sin embargo, la vida del campesinado no cambió básicamente y se acabó recuperando la estabilidad social y cultural, aunque con carácter diferente. Alrededor del año 1000, los europeos estaban creando una nueva civilización medieval que sobrepasaba a la antigua en casi todos los aspectos.


La organización de los ejércitos
En comparación con los grandes ejércitos nacionales de épocas más modernas, la organización de los ejércitos feudales era sencilla. Hasta finales de la Edad Media no hubo regimientos, divisiones o cuerpos permanentes. Cuando se convocaba a un ejército feudal, cada vasallo viajaba hasta el lugar de encuentro con los caballeros, arqueros e infantería que le habían solicitado. Una vez en el punto de encuentro, los contingentes eran reagrupados según su papel. Los caballeros y sus escuderos marchaban juntos, al igual que los arqueros y la infantería.
Las unidades especiales, como los ingenieros y la artillería de asedio, solían ser profesionales contratados para la campaña. Por ejemplo, la artillería empleada por los turcos contra Constantinopla fue manejada por mercenarios cristianos.
A finales de la Edad Media, ser soldado mercenario era una profesión respetable. Los guerreros emprendedores formaban compañías de mercenarios que permitían a un señor rico o a una ciudad la contratación de tropas ya listas y formadas para combatir. Algunas de estas compañías estaban especializadas en un solo tipo de lucha. Por ejemplo, en el año 1346, 2000 ballesteros genoveses lucharon al servicio del ejército francés en la batalla de Crécy. Otras compañías de mercenarios aunaban contingentes de todas las clases. A menudo se les describía en términos del número de lanzas del que disponían. Cada lanza equivalía a un caballero armado más las correspondientes tropas de caballería, infantería y artillería. Una compañía de 100 lanzas representaba varios cientos de hombres armados. Este sistema dio origen al término "freelance".
En el ejército medieval, la jerarquía de mando era mínima. Pocas maniobras se planeaban de antemano, por lo que había escasa provisión de personal para apoyar a los mandos y transmitir órdenes.
En 1439, Carlos VII de Francia creó las Compañías Reales de Ordenanza. Estas compañías estaban formadas por caballeros o por soldados de infantería, y eran pagadas con el dinero de los impuestos. Cada compañía tenía una dotación establecida de hombres. Normalmente, era el propio rey quien escogía su armadura y las correspondientes armas. Esto fue el inicio de los modernos ejércitos permanentes de Occidente.
El suministro
Las provisiones de medicinas y alimento eran escasas. Los ejércitos medievales vivían directamente de las tierras que ocupaban o que atravesaban, en detrimento de sus pobladores. La llegada de un ejército aliado no era mejor que la de uno enemigo. Los ejércitos medievales no solían permanecer por demasiado tiempo en una misma zona, al agotarse pronto el suministro local de alimento y forraje. Esto suponía un problema especialmente en los asedios. Si el ejército sitiador no se organizaba para recibir comida y suministros durante el sitio, podía verse obligado a levantar la plaza para no morir de hambruna mucho antes de que los sitiados se vieran impelidos a la rendición.
La salubridad también era un problema cuando el ejército permanecía afincado en una misma zona. Un ejército medieval transportaba muchos animales además de las monturas de los caballeros, y los problemas de aguas residuales producían disentería. Los ejércitos feudales tendían a acabar consumidos por la enfermedad y por las deserciones. Durante su campaña en Francia, Enrique V de Inglaterra perdió en el asedio de Harfleur alrededor del 15 por ciento de su ejército debido a enfermedades, y las bajas aumentaron en su marcha hasta Aquisgrán. En la batalla en sí, sólo perdió el 5 por ciento de sus hombres. Enrique V murió de enfermedad en otro asedio a causa de las malas condiciones sanitarias.
El despliegue para la batalla
La mayoría de las batallas tenían una estructura fija en la que las dos facciones se organizaban en el campo de batalla antes de empezar la lucha. Las campañas de maniobras y los acuerdos para el encuentro eran poco frecuentes.
Antes de la batalla, los mandos dividían sus tropas en contingentes con tareas específicas. La primera separación podía ser en infantería, arqueros y caballería. Estos grupos podían subdividirse en otros a los que se encomendaban misiones individuales o que debían permanecer en la reserva. Un comandante podía, por ejemplo, organizar varios "batallones" o "divisiones" de caballería para que cargasen individualmente si lo precisaba o tenerlos de reserva. Los arqueros podían desplegarse a la cabeza del ejército con el apoyo de bloques de infantería. Una vez organizado el ejército, las únicas decisiones importantes a tomar eran cuándo ordenar el ataque a las distintos divisiones. Comenzada la batalla, había pocas previsiones para retirarse, reagruparse o reorganizarse. Por ejemplo, un batallón de caballeros raramente podía usarse en más de una ocasión. Una vez utilizados en determinado cometido, normalmente se los retiraba o se los reforzaba. Una carga de toda la caballería pesada causaba tal confusión, pérdida de equipamiento y de caballerías, que las tropas se quedaba prácticamente sin fuerzas. En la batalla de Hastings, los caballeros normandos fueron reagrupados para nuevas cargas, pero no cargaron simultáneamente porque no fueron capaces de romper el muro de escudos sajones.
Los mandos superiores disponían del terreno para su ventaja y realizaban misiones de reconocimiento para evaluar los puntos débiles y fuertes de ejército enemigo.
El pago de los rescates
La recompensa última al triunfo en la batalla era la concesión de honores y de feudos. La más común consistía en el botín obtenido en el saqueo de los cuerpos, las ciudades y castillos, con la venta de armas y armaduras de los muertos, y mediante el cobro del rescate de prisioneros de rango. Se esperaba que los caballeros pagaran un rescate a cambio de su vida. Uno de los rescates más importantes de los que haya quedado constancia fue el de la suma equivalente a más de 20 millones de dólares modernos pagada a un príncipe alemán a cambio de la libertad de Ricardo I de Inglaterra, capturado durante su regreso de las Cruzadas.
En Aquisgrán, los ingleses tenían presos en la retaguardia a un nutrido grupo de caballeros franceses con el fin de pedir su rescate. Durante la batalla, un contingente francés asaltó la retaguardia inglesa provocando brevemente el pánico de Enrique V. Este ordenó la ejecución de los prisioneros para así evitar su liberación, perdiendo de ese modo una fortuna en rescates.
La captura de los caballeros era registrada por los heraldos, que apuntaban qué soldados eran responsables de su captura y por lo tanto debían recibir el rescate. Luego lo notificaban a los familiares de los prisioneros, disponiendo el pago del rescate y finalmente su liberación.
La popularidad que cobraron los rescates puede parecer una costumbre muy civilizada, pero encubre el aspecto más siniestro de la historia. Los prisioneros de bajo rango podían ser directamente asesinados para evitar las molestias derivadas de su vigilancia y alimentación.

La estrategia militar
La estrategia militar medieval se centraba en el control de las fuentes de riqueza y, en consecuencia, en su capacidad para la ocupación de tierras. Al principio del periodo, esto equivalía básicamente a destruir o defender los campos, ya que toda la riqueza tenía origen en las tierras de labranza y en los pastos. Con el paso de los años, las ciudades se convirtieron en importantes puntos de control como centros de riqueza derivados del comercio y la manufactura.
Conquistar y mantener el control de los castillos era parte esencial de las guerras, ya que éstos defendían las tierras de labranza y pasto. Los ocupantes del castillo controlaban a la población de los alrededores. A medida que iban creciendo, las ciudades también se fortificaron. La defensa y la conquista de ciudades fue adquiriendo gradualmente mayor importancia que el control de los castillos.
Los ejércitos de tierra maniobraban para conquistar las fortificaciones clave y devastar los campos, o para evitar que el enemigo llevara a cabo esas mismas acciones. Las batallas campales se producían para poner fin a la destrucción provocada por las invasiones enemigas. Por ejemplo, los anglosajones se batieron en Hastings, en el año 1066, para poner fin a una invasión de los normandos. Los anglosajones fueron derrotados y los normandos, bajo Guillermo el Conquistador, pasaron los siguientes años estableciendo su control sobre Inglaterra mediante una campaña de conquistas. La batalla de Lechfield, librada en el 955, enfrentó a los germanos y a invasores magiares provenientes del Este. La victoria decisiva de los germanos, bajo el mandato de Otón I, puso fin a posteriores invasiones de los magiares. La derrota de los moros en el 732 por parte de Carlos Martel acabó con las invasiones musulmanas y con su expansión fuera de España.
Las batallas de Crécy, Poitiers y Aquisgrán, libradas durante la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, fueron tres intentos por parte de los franceses de frenar las incursiones inglesas. Los franceses fueron derrotados en las tres batallas, por lo que las invasiones inglesas siguieron su curso. En este caso, sin embargo, los ingleses no lograron un control permanente de los territorios y, con el tiempo, los franceses acabaron por ganar la guerra.
Las Cruzadas fueron intentos de conquistar y controlar puntos estratégicos en Tierra Santa que permitiesen obtener el control de la zona. Las batallas en las Cruzadas tenían lugar para acabar con el control de uno de los bandos. La victoria de los Sarracenos bajo Saladino, en la batalla de Hattin en 1187, permitió a éstos la reconquista de Jerusalén.

Las tácticas militares
Las batallas medievales fueron evolucionando desde desordenados enfrentamientos entre bandas armadas a batallas en las que se usaban tácticas y maniobras. Parte de esta evolución se debió al desarrollo de distintos tipos de soldados y armas, y al aprendizaje de su manejo. Los primeros ejércitos de la Alta Edad Media consistían en grupos de infantería. Al desarrollarse la caballería pesada, los mejores ejércitos pasaron a ser hordas de caballeros. Los soldados de infantería quedaron destinados a devastar las tierras de labranza y a realizar el trabajo pesado durante los asedios. Sin embargo, en el campo de batalla este tipo de soldado corría riesgos respecto a ambos bandos, al buscar los caballeros el enfrentamiento con sus enemigos en combates individuales. Esto era así principalmente a principios del periodo, cuando la infantería se constituía de siervos y de campesinos sin preparación. Los arqueros eran también útiles en los asedios, pero corrían igualmente el riesgo de ser arrollados en el campo de batalla.
A finales del siglo XV, los comandantes estaban haciendo progresos en disciplinar a sus caballeros y en lograr que sus tropas funcionasen en equipo. En el ejército inglés, los caballeros acabaron otorgando a regañadientes su respeto a los arqueros después de que éstos demostraran su valor en numerosos campos de batalla. La disciplina también mejoró al haber más caballeros que luchaban por dinero y menos que lo hicieran por el honor y la gloria. En Italia, los soldados mercenarios adquirieron fama por largas campañas en las que apenas se derramó sangre. Para entonces, los soldados de todos los rangos eran activos de valor que no debían desaprovecharse a la ligera. Los ejércitos feudales en busca de gloria se convirtieron en ejércitos profesionales más interesados en seguir viviendo para disfrutar la paga.
Las tácticas de la caballería
La caballería normalmente se organizaba en tres grupos, o divisiones, que eran lanzadas al combate una detrás de otra. La primera oleada debía abrirse paso entre el ejército enemigo o desbaratar sus filas para que la segunda o la tercera pudiesen hacerlo. Una vez que el enemigo se ponía a correr, comenzaban la matanza y la captura propiamente dichas.
En la práctica, los caballeros actuaban individualmente en detrimento de lo planeado por el comandante. El honor y la gloria eran los principales intereses de los caballeros, por lo que maniobraban para obtener posiciones de primera fila en la primera división. La victoria del ejército en el campo de batalla era un objetivo secundario al de su propia gloria. Batalla tras batalla, los caballeros cargaban tan pronto como veían al enemigo, desbaratando todo plan previsto.
En ocasiones, los comandantes desmontaban a sus caballeros para poder controlarlos mejor. Esta opción era bien acogida por las tropas menores, cuyas esperanzas en las luchas de embestida eran realmente pocas, por lo que aumentaba el vigor en el combate y la moral del soldado común. En este caso los caballeros, junto con soldados de infantería, luchaban tras estacas u otras construcciones defensivas que se diseñaban para minimizar el impacto de las cargas de la caballería.
Un ejemplo de conducta indisciplinada por parte de los caballeros fue la batalla de Crécy en 1346. El ejército francés superaba en mucho en número al inglés (40.000 contra 10.000), y tenía una cantidad mucho mayor de caballeros. Los ingleses se dividieron en tres grupos de arqueros protegidos por estacas. Entre los tres grupos había dos de caballeros desmontados. Un tercer grupo de caballeros sin montura permanecía en la reserva. El rey francés envió a los ballesteros mercenarios genoveses a contener al ejército enemigo mientras él trataba de organizar en tres grupos a sus propios caballeros. Sin embargo, las ballestas estaban mojadas y resultaron ineficaces. Por su parte, los caballeros franceses ignoraron los esfuerzos de su rey nada más divisar al enemigo, prorrumpiendo en frenéticos gritos de "¡Mueran! ¡Mueran! ¡Mueran!". Impacientándose con los ballesteros genoveses, el rey francés mandó cargar a sus caballeros, que arrollaron a su paso a los genoveses. Aunque la lucha se prolongó durante todo el día, los caballeros y arqueros ingleses, cuyas cuerdas de los arcos permanecían secas, derrotaron a la caballería francesa por la indisciplina con que combatió.
A finales de la Edad Media, el valor de la caballería pesada en el campo de batalla había descendido al nivel de los tiradores y la infantería. Para entonces, ya se había aprendido la inutilidad de cargar contra una infantería bien disciplinada y situada. Las reglas habían cambiado. Las estacas, trampas para caballos, y trincheras se empleaban con asiduidad para protegerse de las cargas de caballería. Las cargas contra filas masivas de piqueros y arqueros/artilleros dejaban como único resultado una pila de caballos y hombres destrozados. Los caballeros se vieron obligados a luchar a pie o a esperar una oportunidad propicia para cargar. Las cargas devastadoras eran aún posibles, pero sólo cuando el enemigo estaba en desbandada, desorganizado o fuera de sus temporales construcciones defensivas.
Las tácticas de la artillería
Durante la mayor parte de la Edad Media, las tropas de artillería estaban integradas por arqueros que manejaban alguno de los distintos tipos de arco. Al principio era el arco corto, después la ballesta y finalmente el arco largo. Los arqueros tenían la ventaja de poder matar y herir a enemigos a distancia sin participar en el combate cuerpo a cuerpo. El valor de este tipo de tropas era bien conocido en la antigüedad, pero las lecciones aprendidas se olvidaron temporalmente durante la Alta Edad Media. Los caballeros guerreros que tenían la tierra bajo su control detentaban el rango más alto, y su código exigía el combate cuerpo a cuerpo contra un enemigo importante. Matar a distancia con flechas era un deshonor para los caballeros, por lo que las clases dominantes se ocuparon poco de desarrollar este arma y de utilizarla eficazmente.
Sin embargo, con el tiempo se fue poniendo de manifiesto que los arqueros eran útiles y eficaces tanto para los asedios como para las batallas. Más y más ejércitos, aunque fuera a regañadientes, les hicieron sitio. La victoria decisiva de Guillermo I en Hastings en el año 1066 pudo deberse a sus arqueros, aunque los caballeros, como era tradición, se llevaron la mayor parte del crédito. Los anglosajones ocupaban una ladera, y estaban tan apiñados tras su barrera de escudos, que los caballeros normandos tenían grandes problemas para penetrarla. La lucha transcurrió durante todo el día. Finalmente los anglosajones se aventuraron a dejar su barrera de escudos, en parte para dar alcance a los arqueros normandos. Una vez fuera, los anglosajones abatidos con facilidad. Durante un tiempo, pareció que los normandos iban a perder, pero muchos piensan que los arqueros normandos estaban ganando la batalla. Un flechazo afortunado hirió de muerte a Harold, el rey anglosajón y, a partir de ese momento, la batalla concluyó rápidamente.
Los arqueros de infantería combatían en formaciones masivas de cientos e incluso miles de hombres. Dentro de un radio de acción de cien yardas, tanto los disparos con arco como los de las ballestas podían penetrar las armaduras. A esa distancia, los arqueros disparaban a objetivos individuales. Las consecuencias para el enemigo eran devastadoras, especialmente si no podían responder al ataque. En una situación ideal, los arqueros desbarataban la formación enemiga disparando durante algún tiempo. El enemigo podía estar a salvo de la caballería tras las estacas, pero no podía parar todas las flechas o saetas que le disparaban. Si el enemigo abandonaba sus defensas y cargaba contra los arqueros, la caballería pesada entraba en acción, a poder ser a tiempo de salvar a los arqueros. Si la formación enemiga no se movía de su sitio, podía acabar debilitándose hasta el punto de que la caballería pudiese cargar con eficacia.
A los arqueros se les animaba y subvencionaba activamente en Inglaterra ya que los ingleses, al librar batallas en el continente, estaban en desventaja en cuanto a número. Cuando los ingleses aprendieron a usar los grandes contingentes de arqueros, empezaron a ganar batallas a pesar de su inferioridad numérica. Los ingleses desarrollaron la táctica del aluvión de flechas aprovechando el arco de largo alcance. En lugar de disparar sobre objetivos individuales, lo hacían sobre el área ocupada por el enemigo. Disparando hasta seis flechas por minuto, tres mil arqueros podían arrojar 18.000 flechas contra una formación enemiga. Los efectos de tamaño aluvión en los hombres y caballos eran devastadores. Los caballeros franceses que luchaban en la guerra de los Cien Años, hablaban de que el cielo se teñía de negro y del ruido de los proyectiles en su trayectoria.
Los ballesteros adquirieron importancia en los ejércitos del continente, sobre todo en las milicias y ejércitos profesionales mantenidos por ciudades. Con un mínimo de entrenamiento, un ballestero se convertía un soldado eficaz.
En el siglo XIV, las primeras pistolas primitivas hacían su aparición en el campo de batalla. Cuando funcionaban, eran incluso más poderosas que los arcos.
El problema de emplear arqueros era protegerlos mientras disparaban. Para ser eficaces, tenían que estar relativamente cerca del frente enemigo. Los arqueros ingleses transportaban estacas que clavaban con mazos en el campo de batalla frente al objetivo de sus proyectiles. Estas estacas les prestaban cierta protección frente a la caballería enemiga. Ellos confiaban en el poder de su arsenal para rechazar a los arqueros enemigos. Si eran atacados por la infantería enemiga, se hallaban sin embargo en desventaja. Los arqueros llevaban un gran escudo apaisado al campo de batalla. Este escudo llevaba soportes y podía instalarse en forma de barrera tras la que parapetarse y poder disparar.
A finales del periodo, ballesteros y piqueros luchaban en equipo en formaciones combinadas. Los piqueros mantenían a raya a las tropas enemigas que luchaban cuerpo a cuerpo, mientras que los artilleros disparaban contra la formación enemiga. Estas formaciones mixtas aprendieron a moverse y de hecho a atacar. La caballería enemiga tenía que retirarse ante una fuerza combinada de piqueros y de ballesteros/pistoleros. Si el enemigo no podía responder con sus propias picas y proyectiles, probablemente tenía la batalla perdida.
Las tácticas de la infantería
En la Edad Media, la táctica de los soldados de infantería consistía sencillamente en acercarse al enemigo y descargar hachazos. Los francos arrojaban sus hachas justo antes de lanzarse sobre el enemigo. Los guerreros contaban con la fuerza y la ferocidad para vencer.
El ascenso de los caballeros colocó temporalmente a la infantería en un segundo plano, principalmente porque no existía una infantería bien disciplinada e instruida. En los primeros ejércitos medievales, los soldados que luchaban de infantería eran campesinos mal armados e instruidos en su mayor parte.
Los sajones y los vikingos desarrollaron una postura defensiva llamada el muro de escudos. Los hombres se colocaban de forma contigua y juntaban sus largos escudos para así formar una barrera. Esto servía para protegerlos de los arqueros y de la caballería, de los cuales carecía su ejército.
La infantería experimentó un resurgimiento en aquellas áreas que carecían de condiciones para formar tropas de caballería pesada, por ejemplo en los países de relieve accidentado como Suiza y Escocia, y en las ciudades en pendiente. Debido a la necesidad, estas dos partes encontraron formas de organizar ejércitos eficaces que incluían muy poca o ninguna caballería. Ambos grupos descubrieron que los caballos no cargarían contra una barrera de estacas afiladas o de puntiagudas lanzas. Una formación disciplinada de lanceros podía detener a la elite de la caballería pesada de los nobles y naciones de mayor poder, y todo ello por una mínima parte del coste que suponía una fuerza de caballería pesada.
Una formación schiltron era un círculo de lanceros que los escoceses comenzaron a emplear durante las guerras de independencia que se produjeron hacia finales del siglo XIII (las que se recreaban en la película Bravehear). Ellos descubrieron que el schiltron era una formación defensiva eficaz. Robert Bruce sólo presentaba batalla a los caballeros ingleses en terreno pantanoso, lo que dificultaba notablemente la carga de la caballería pesada.
Los suizos adquirieron renombre en la lucha de picas. Básicamente revivieron la falange griega y llegaron a adquirir una gran pericia en el combate con largas armas de palo. Lo que hacían era formar un escuadrón de piqueros. Las cuatro filas exteriores sujetaban las picas a una altura similar, apuntando algo hacia abajo. Esto creaba una barrera eficaz contra la caballería. Las filas de la retaguardia usaban armas de palo acuchillado para hacer frente a los enemigos que se acercaban a la formación. Los suizos estaban entrenados hasta tal punto que eran capaces moverse en formación con relativa rapidez. Ellos convirtieron una formación defensiva en una fuerza de ataque de igual eficacia.
La respuesta frente a los compactos grupos de piqueros era la artillería, que rompía las filas de estas densas formaciones. Los españoles parecen haber sido los primeros en lograrlo de forma eficaz. Los españoles combatían también con pericia a los piqueros mediante espadachines con escudos. Se trataba de hombres ligeramente armados que podían penetrar entre las picas y luchar eficazmente con sus cortas armas. Su defensa era un pequeño y manejable escudo. Al final de la Edad Media, los españoles fueron también los primeros en experimentar combinando, en una misma formación, a piqueros, espadachines y pistoleros. El resultado fue una eficaz formación capaz de enfrentarse a las distintas armas en varios terrenos, tanto en la defensa como en el ataque. A finales del periodo medieval, los españoles eran la fuerza militar más eficaz de Europa.


Los ejércitos de la Alta Edad Media
Las tribus germánicas que invadieron el Imperio Romano a principios de la Edad Media, luchaban por lo general a pie y con hachas y espadas. Las únicas armaduras que solían usar eran cascos y escudos. Se organizaban en bandas armadas bajo el liderazgo de un jefe. Aunque eran feroces guerreros, luchaban como turbas sin coordinación. Las disciplinadas legiones romanas habían obtenido grandes victorias contra las tribus germánicas durante siglos, en parte por la fragilidad que se derivaba de su propio ímpetu. Pero al final del imperio, la calidad de las legiones romanas empezó a decaer, y las tribus germánicas pudieron traspasar sus fronteras.
No todas las tribus germánicas luchaban a pie. Una excepción eran los godos, que se habían acostumbrado a la caballería desde su asentamiento al norte del Mar Negro. Los visigodos y ostrogodos aprendieron las artes de la caballería gracias al contacto con el Imperio Romano Oriental al sur del Danubio, así como con los jinetes bárbaros de Asia. El ejército del Imperio Romano Oriental puso gran interés en el desarrollo de la caballería debido a sus conflictos con dos pueblos de jinetes bárbaros: los partos y los persas.
Tras la caída de Roma, la mayoría de las guerras que tuvieron lugar en Europa se realizaron con soldados de infantería. Una excepción podría haber sido la lucha de Arturo de Inglaterra contra los invasores sajones, aunque no tenemos pruebas de que su éxito se debiera al uso de la caballería. Puede que Arturo lograra detener el avance sajón en Inglaterra durante 50 años gracias al uso de la caballería o al empleo de tropas disciplinadas. Otra excepción fue el ejército bizantino, que recuperó el norte de África de las manos de los vándalos y estuvo a punto de lograr devolver el control de Italia al Imperio Romano Oriental en el siglo VI. El poderío del ejército bizantino en esta época radicaba en su caballería. También contaba con grandes líderes y con un dominio de las tácticas de guerra desconocido por los bárbaros.
En estos primeros siglos, la lucha rara vez implicaba a grupos que pudieran ser descritos como ejércitos. Se trataba de las mismas bandas armadas de épocas anteriores, pequeñas para el estándar bizantino o asiático, y con tácticas y estrategias limitadas. Las principales actividades militares eran las incursiones para obtener alimento, esclavos y armas como botín de guerra. Las agresivas tribus se desplazaban arrasando en su camino las reservas de alimento de sus enemigos, dejándolos morir de hambre y esclavizando a los supervivientes. Las batallas eran casi siempre enfrentamientos entre hordas guerreras que luchaban cuerpo a cuerpo con hachas y espadas. Luchaban como turbas, no como las disciplinadas formaciones que caracterizaban al ejército romano, protegiéndose con cascos, escudos y un tipo ligero de armadura. Las armaduras de cuero eran las más frecuentes; sólo los jefes y la élite llevaban armaduras de cota de malla.
A principios del siglo VIII, la España visigoda cayó ante los guerreros del Islam, muchos de los cuales luchaban como caballería ligera. Al mismo tiempo, los nómadas magiares de las planicies húngaras incrementaron sus ataques a caballo en Europa Occidental. En el 732, un ejército de infantería franco derrotó una invasión de la caballería musulmana cerca de Poitiers lo que puso fin a la expansión musulmana hacia el norte. Carlos Martel, líder guerrero de los francos, quedó impresionado por la caballería mora y emprendió la reforma de parte de su ejército. Esta fue continuada en años posteriores por el gran rey de los francos Carlomagno. La caballería pesada franca fue el origen del caballero armado que llegó a representar las luchas medievales.
Durante 30 años, Carlomagno llevó a cabo campañas militares que incrementaron el tamaño de su imperio. El ejército franco estaba formado por la infantería y la caballería armada, pero la caballería fue su fuerza principal y más impresionante. Podía moverse con rapidez y dirigir duros ataques a los enemigos, que luchaban en su mayoría a pie. Las campañas de Carlomagno eran invasiones con fines económicos en las que se quemaba, saqueaba y devastaba al enemigo hasta lograr su rendición. Carlomagno se enfrentó en muy pocas ocasiones contra adversarios organizados.
Los vikingos luchaban exclusivamente a pie, pero acostumbraban a reunir caballos al desembarcar, utilizándolos para invadir las tierras del interior. Sus invasiones comenzaron a finales del siglo VIII y terminaron en el siglo XI. Los descendientes de los invasores vikingos, los normandos del noroeste de Francia, se acostumbraron rápidamente a utilizar caballos y llegaron a ser unos de los guerreros con mayor éxito de finales de la Edad Media.
A principios del siglo X, los alemanes empezaron a desarrollar su caballería bajo el reinado de Otón I. El objetivo era contar con una fuerza de contraataque rápida contra las invasiones vikingas, así como frenar las incursiones a caballo de los bárbaros del este.
Hacia finales del siglo X, la caballería pesada fue una parte fundamental del ejército europeo, con la excepción de la Inglaterra anglosajona, las tierras celtas (Irlanda, Gales y Escocia) y Escandinavia.



El resurgimiento económico
A principios de la Edad Oscura, Europa del Norte estaba densamente arborizada. Hacia el año 1000 d.C., muchos de los bosques habían desaparecido y la mayoría de los que quedaban estaban siendo reemplazados por granjas y pastos. El suelo era generalmente excelente, un légamo de roca finamente molida depositada durante la última etapa de la Era Glacial. Dos invenciones claves aceleraron la deforestación de Europa y llevaron a un incremento de la producción alimentaria. La primera fue la brida para los caballos que se inventó en China y que, gradualmente, llegó hasta Europa. Esta brida mejorada se adapta al pecho del caballo en lugar de a su tráquea, permitiéndole tirar de cargas de mucho mayor peso sin ahogarse. La segunda invención fue el arado pesado con ruedas, necesario para surcar las profundas capas de légamo y el entramado de extensas raíces de los viejos bosques. El significativo aumento de la producción alimentaria fue el detonante del resurgimiento económico de Europa, que se acompañó de un crecimiento de la población.
La creciente población, que no era ya necesaria en los feudos, emigró hacia las ciudades que a su vez crecían como respuesta a la necesidad de ampliar el mercado. Los excedentes de alimentos y los productos de las nuevas industrias (como la confección de vestimenta, la construcción de barcos y la fabricación de herramientas) se intercambiaban en mercados y ferias comerciales. Los reyes alentaban el crecimiento de las ciudades porque sus habitantes solían ser aliados de la autoridad central en contra de los señores feudales locales. Los ciudadanos pagaban impuestos, no servicios feudales. Apareció en las ciudades una clase media que se mantenía gracias al comercio, la producción manufacturera y el préstamo monetario. Los mercaderes dominaban la administración de la ciudad, adquiriendo riqueza y poder.
Los artesanos y los comerciantes se organizaron en asociaciones conocidas como gremios. Estas asociaciones controlaban los precios y la producción, aseguraban un alto nivel de servicio o de manufactura, y organizaban la formación de los artesanos mediante el sistema del aprendizaje. Este control aseguraba tanto la alta calidad de los productos como el buen nivel de vida de los miembros de los gremios. Era frecuente que los gremios se concentraran en una parte de la ciudad cuyos barrios y calles tomaban el nombre de los distintos oficios, como las londinenses Threadneedle Street (Calle de los Costureros) y Ironmongers Lane (Calle de los Herreros).
EL incremento del comercio dio lugar a un nuevo auge en la fabricación. Ambos llevaron al desarrollo de la banca, que en el S. XIII se centraba principalmente en el norte de Italia. Los nuevos negocios necesitaban dinero para comenzar su actividad y funcionar eficazmente. El dinero actuaba como medio de intercambio y referencia de valor, y era imprescindible para dejar atrás la deficiente economía de trueque. Italia tenía excedentes de divisas de su lucrativo comercio en el Mediterráneo, especialmente con Levante. El florín de oro de Florencia se convirtió en la moneda más popular de finales de la Edad Media.


La llegada de la pólvora
En el siglo XI, los chinos ya conocían la pólvora y la utilizaban con fines militares para propulsar cohetes. Sin embargo estas armas causaban más terror que estragos. Los chinos también experimentaron con los fuegos artificiales. Pero no comprendieron el potencial de la pólvora como explosivo o propulsor de proyectiles.
La pólvora avanzó progresivamente hacia occidente, donde los europeos descubrieron usos mucho más destructivos de esta substancia. La obra de arte europea más antigua que conservamos en la que se representa un arma de pólvora, apareció en 1326. Este primitivo cañón se cargaba con una especie de lanza, no con balas de cañón. Los europeos habían experimentado con la pólvora durante el medio siglo precedente. La descripción más antigua de la fórmula que conservamos apareció en 1260, y se le atribuye a un fraile inglés llamado Roger Bacon. Hacia 1340, se utilizaban balas de cañón de plomo, hierro y piedra. Los ingleses usaron cañones en el campo de batalla de Crécy, en 1346, pero no se menciona su utilidad en la crónica de la batalla.
Los cañones
Tuvieron que pasar varios siglos de experimentación antes de que las armas de pólvora resultaran verdaderamente útiles. Una de las dificultades era el crear una pólvora que ardiera de manera rápida, uniforme y potente. Otra radicaba en diseñar cañones adecuados que no explotaran. Los primeros cañones se caracterizaron por una fabricación deficiente, lo que hacía casi tan peligroso dispararlos como ser su blanco. En 1460, por ejemplo, el rey Jaime II de Escocia murió a causa de la explosión de un cañón.
A mediados del siglo XV, las tecnologías de los cañones y de la pólvora habían avanzado suficientemente como para ser considerados armas importantes. Esto quedó claro en 1453, cuando enormes cañones de asedio, disparando macizas balas de cañón, castigaron las murallas de Constantinopla. Aunque la causa principal de la caída de Constantinopla fue una pequeña puerta que quedó abierta, el bombardeo consiguió hacer posible un ataque directo.
En la Edad Media, los cañones se utilizaban para derribar murallas durante los asedios y para disparar contra las filas enemigas en el campo de batalla. Su capacidad para derribar paredes verticales dio lugar a modificaciones en la construcción de los castillos. Los altos muros en vertical fueron reemplazados por murallas inclinadas de menor altura. En este periodo, la utilidad de los cañones en el campo de batalla era muy limitada por ser su manejo tan laborioso y tan difícil su traslado a otras posiciones durante la acción.
Las armas de mano
En 1350, aparecieron ilustraciones de varios tipos de armas de mano. Eran armas primitivas que consistían en un tubo hueco tapado por un extremo y con un agujero en el lateral (cerca del extremo bloqueado). En el agujero se colocaba una mecha (una cuerda corta de material inflamable) para prender la pólvora y disparar la bala cargada previamente en el cañón. No servía de mucho intentar apuntar con estas primeras armas de mano. Sólo resultaban efectivas si eran disparadas en descargas y por varios hombres a un tiempo contra blancos compactos. Hacia 1450, la mayoría de los ejércitos europeos avanzados usaban armas de mano. Aún así los arcos y las ballestas, al ser armas eficaces y poco costosas, siguieron empleándose como armamento de infantería hasta el siglo XVI.


El auge de los caballeros
En tiempos de Carlomagno, los guerreros a caballo se habían convertido en la élite de las unidades militares francas y esta novedad se extendió por Europa. Luchar desde un caballo reportaba mayor gloria en la batalla porque los jinetes podían moverse velozmente y pisotear al enemigo de menor rango que luchaba a pie. Cuando las caballerías de dos ejércitos se enfrentaban entre sí, la velocidad de la carga y el violento choque que se producía resultaban estimulantes. La caballería gozaba de mayor prestigio por el alto coste de los caballos, las armas y las armaduras. Sólo los individuos adinerados o los siervos de los ricos podían permitirse luchar como jinetes.
Los reyes de la Edad Oscura tenían poco dinero para poder pagar grandes contingentes de costosa caballería. Los guerreros eran hechos vasallos a cambio de feudos de tierra. El beneficio obtenido de esas tierras debía usarse para pagar caballos y equipamiento. En la mayoría de los casos, los vasallos mantenían también a grupos de soldados profesionales. En un tiempo en que la autoridad central era débil y las comunicaciones pobres, los vasallos, ayudados por sus siervos, eran los responsables de la ley y el orden dentro de su feudo. A cambio de este feudo, los vasallos accedían a proporcionar apoyo militar a su señor. De esta manera, los nobles y los reyes podían disponer de un ejército cuando lo deseaban. Los vasallos a caballo eran la élite de estos ejércitos.
Al avanzar la Edad Media, esta élite de guerreros a caballo de Europa Occidental empezó a ser conocida como caballeros. Se desarrolló un código de conducta, llamado de caballería, que detallaba cómo debían comportarse. Estaban obsesionados con el honor, tanto en tiempos de paz como de guerra, aunque por lo general esto se limitase al trato con sus iguales, no con los plebeyos y campesinos que constituían la mayor parte de la población. Los caballeros se convirtieron en la clase dominante al controlar la tierra, de la que se derivaba toda la riqueza. Al principio, los aristócratas eran nobles debido a su prestigio de guerreros superiores en un mundo de violencia. Más tarde, su situación y prestigio se convirtieron principalmente en hereditarios, en detrimento de su importancia como guerreros.
La caballería
El término "caballería" empezó a utilizarse refiriéndose a la equitación. Los guerreros de élite de la Edad Media se distinguían del campesinado y el clero, así como entre ellos, por su habilidad para montar y su valor como guerreros. El símbolo de alto nivel de la época era poseer caballos rápidos y fuertes, armas atractivas y eficaces, y una armadura bien confeccionada.
Hacia el siglo XII, la caballería se había convertido en una forma de vida. Las reglas básicas del código de caballería eran las siguientes:
* La protección a las mujeres y a los débiles.* El triunfo de la justicia frente a la injusticia y el mal.* El amor a la tierra natal.* La defensa de la Iglesia, incluso a riesgo de perder la vida.
En la práctica, los caballeros y aristócratas ignoraban este código cuando les convenía. Las disputas entre nobles y los enfrentamientos por la tierra tenían preferencia ante cualquier otro código. La costumbre de las tribus germánicas que establecía que las tierras debían repartirse entre los hijos de un señor, en vez de pasar en su totalidad al primogénito, a menudo daba lugar a guerras entre hermanos por el botín. Un ejemplo de esto fue el conflicto entre los nietos de Carlomagno. La Edad Media está plagada de este tipo de guerras civiles, en las cuales los que más perdían solían ser los campesinos.
A finales de la Edad Media, los reyes crearon las órdenes de caballería. Eran organizaciones exclusivas para caballeros de alto rango que juraban obediencia mutua y a su rey. Ser miembro de una orden de caballería era extremadamente prestigioso y distinguía a un hombre como uno de los más importantes del reino. En 1347, durante la Guerra de los Cien Años, Eduardo III de Inglaterra fundó la Orden de Garter, que ha perdurado hasta nuestros días. Esta orden estaba formada por los 25 caballeros de mayor rango de Inglaterra, y se fundó para asegurar su lealtad al rey y su dedicación a lograr la victoria durante la guerra.
La Orden del Vellocino de Oro fue creada por Felipe el Bueno de Borgoña en 1430 y se convirtió en la más rica y poderosa de toda Europa. Luis XI de Francia creó la Orden de San Miguel para controlar a sus principales nobles. Las Órdenes de Calatrava, Santiago y Alcántara se crearon para expulsar a los moros de España. Fueron unificadas bajo el reinado de Fernando de Aragón, cuyo matrimonio con Isabel de Castilla sentó las bases de un solo reino español. Se convertiría en gran maestre de las tres órdenes, que mantendrían sin embargo su independencia.
La ordenación de los caballeros
A la edad de siete u ocho años, los niños de la clase noble eran enviados para servir de pajes en la casa de un gran señor. Las mujeres les enseñaban los conocimientos sociales básicos, y empezaban un entrenamiento elemental del uso de las armas y la equitación. Alrededor de los 14 años, los jóvenes se convertían en escuderos, es decir en aprendices de caballero. Cada escudero se asignaba a un caballero, que debía continuar la educación del joven. Los escuderos eran compañeros habituales y sirvientes de los caballeros. Los deberes de los escuderos incluían limpiar la armadura y las armas (propensas a oxidarse), ayudar al caballero a vestirse y desvestirse, cuidar de sus pertenencias, e incluso dormir a su puerta como guardián.
En los torneos y batallas, los escuderos asistían al caballero en todas sus necesidades. Traían armas y caballos de reemplazo, curaban sus heridas, retiraban a los heridos del campo de batalla y, llegado el caso, se encargaban de que recibiera un entierro digno. En muchas ocasiones, los escuderos iban a la guerra con el caballero y luchaban a su lado. Los guerreros evitaban combatir contra los escuderos del bando enemigo y preferían buscar un caballero de su rango, o superior. Los escuderos, por su parte, deseaban enfrentarse a caballeros para obtener prestigio matando o capturando a un enemigo noble.
Además del entrenamiento marcial, los escuderos se fortalecían mediante juegos, aprendían a leer y, generalmente, también a escribir, y estudiaban música, baile y canto.
A la edad de 21 años, un escudero podía ser designado caballero. Los candidatos que lo merecían, recibían ese honor de manos de un señor o de otro caballero de alto rango. En un principio, la ceremonia de ordenación era simple; consistía normalmente en ser tocado con una espada en el hombro y después ceñirse el cinto de un espada. Posteriormente la ceremonia se complicó, sumándose al rito la Iglesia. Los candidatos se bañaban, se cortaban el pelo y pasaban la noche en vela, orando. Por la mañana recibían su espada y las espuelas de caballero.
Normalmente sólo podían llegar a ser caballeros aquellos que poseían tierras o ingresos suficientes para hacer frente a las responsabilidades de su rango. Sin embargo, los señores y obispos importantes podían mantener un contingente de tropas numeroso, y muchos fueron elegidos por estas circunstancias. Los escuderos que se distinguían en la batalla durante la guerra podían ganarse el reconocimiento de un gran señor y ser ordenados caballero en el mismo campo de batalla
Los torneos
Los torneos, batallas preparadas entre caballeros, surgieron en el siglo X y contaron desde su comienzo con la condena del Papa, en el segundo Concilio de Letrán, bajo el papa Inocencio II, y los reyes de Europa, que no aprobaban las heridas y las muertes producidas entre sus caballeros por lo que ellos consideraban una actividad frívola. Sin embargo los torneos se extendieron, convirtiéndose en parte importante de la vida de un caballero.
Los torneos empezaron a realizarse como encuentros individuales entre caballeros, y fueron complicándose con el paso del tiempo. Se convirtieron en acontecimientos sociales importantes, que atraían a patrocinadores y participantes desde lugares lejanos. Se construyeron recintos especialmente destinados a los torneos, con pabellones para los combatientes y gradas para los espectadores. Los caballeros seguían batiéndose individualmente, pero ahora lo hacían también en equipos. Se retaban utilizando diversas armas y llevaban a cabo simulacros de batalla con cuadrillas. Las justas o lizas, un enfrentamiento de dos caballeros con lanza, se convirtieron en el acontecimiento más celebrado. Los caballeros competían como los atletas de nuestros tiempos para obtener premios, prestigio y la mirada de las damas que llenaban las gradas.
En el siglo XIII, murieron tantos hombres durante los torneos que los gobernantes de Europa, incluyendo el Papa, comenzaron a alarmarse. En 1240, por ejemplo, murieron sesenta caballeros en un torneo realizado en Colonia. El Papa quería disponer del mayor número posible de caballeros para luchar en Tierra Santa, y no aprobaba que se mataran entre sí en los torneos. Se despuntaron las armas y se dictaron reglas encaminadas a reducir la incidencia de lesiones relevantes, pero seguían produciéndose heridas graves y fatales. Enrique II de Francia, por ejemplo, fue herido de muerte en una justa que se llevó a cabo para celebrar la boda de su hija.
Los retos normalmente se planteaban de forma amistosa, pero si existían rencores entre combatientes, estos podían resolverse en un combate a muerte. Los perdedores eran capturados y debían pagar un rescate en caballos, armas y armaduras, a los vencedores para su liberación. Los heraldos llevaban un control de los resultados del torneo, como los marcadores actuales en el béisbol. Un caballero de bajo rango podía amasar una fortuna gracias a los premios obtenidos y atraer a alguna dama adinerada.
Las órdenes militares
Durante las cruzadas, se crearon órdenes de caballeros para apoyar los objetivos cristianos de esa campaña. Estos caballeros se convirtieron en los cruzados más feroces y los enemigos más odiados por los árabes. Estas órdenes continuaron en activo tras el fracaso de las Cruzadas en Palestina.
La primera de estas órdenes fue la de los Caballeros del Templo o Templarios, fundada en 1108 para proteger el Santo Sepulcro en Jerusalén. Los templarios llevaban una capa o vestido blanco con una cruz roja y juraban los mismos votos que los monjes benedictinos: pobreza, castidad y obediencia. Los templarios fueron unos de los más valientes defensores de Tierra Santa. Fueron los últimos cruzados que abandonaron Tierra Santa. En los años posteriores se enriquecieron gracias a las donaciones y a los préstamos, atrayendo así la envidia y la desconfianza de los reyes. En 1307, el rey Felipe IV de Francia los acusó de múltiples crímenes, entre ellos el de herejía, arrestándolos y confiscando sus tierras. Otros líderes europeos siguieron su ejemplo y los templarios fueron aniquilados.
La Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, o Caballeros Hospitalarios, se creó para atender a los peregrinos enfermos y necesitados que visitaban el Santo sepulcro. Al poco tiempo se convirtió en una orden militar. Sus miembros vestían una capa roja con una cruz blanca y también tomaban los votos benedictinos. Los Hospitalarios se impusieron normas muy rígidas y no permitían la riqueza ni la indolencia entre sus miembros. Tras la caída de su gran castillo, el Krak de los Caballeros, fueron expulsados de Tierra Santa y se retiraron a la isla de Rodas, defendiéndola durante varios años. Tras su expulsión de Rodas por parte de los turcos, se establecieron en Malta.
La tercera gran orden militar era la de los Caballeros de la Orden Teutónica, fundada en 1190 para proteger a los peregrinos alemanes que viajaban a Tierra Santa. Antes del final de las Cruzadas, habían centrado sus esfuerzos en convertir a los paganos de Prusia y los estados bálticos.
La heráldica
Para poder distinguir a los caballeros en el campo de batalla, se creó un sistema de insignias o blasones llamado heráldica. Se diseñaba un blasón para que cada noble lo estampara en su escudo, abrigo, banderas y sello. El vestido o capa decorado con la insignia de un caballero recibió el nombre de abrigo de armas, y este término pasó a denominar a la insignia en sí. Una organización independiente llamada Colegio de Heraldos diseñaba las insignias individuales, asegurándose de que cada una de ellas fuese única en su especie. Los heraldos grababan las insignias en libros especiales que quedaban bajo su cuidado.
Los abrigos de armas se pasaban de generación en generación, modificándose con los enlaces matrimoniales. Algunos diseños se reservaban para la realeza de distintos países. A finales de la Edad Media, las ciudades, los gremios y los ciudadanos importantes, aunque no pertenecieran a la nobleza, tenían sus propias insignias.
En el campo de batalla los combatientes utilizaban los abrigos de armas para distinguir a los amigos de los enemigos y para elegir a contrincantes valiosos en una refriega. Los heraldos realizaban listas de los caballeros que iban a entrar en batalla basándose en sus blasones. Los heraldos eran considerados neutrales y actuaban como intermediarios entre dos ejércitos. De ese modo, podían pasar mensajes entre los defensores de un castillo o de una ciudad y sus sitiadores.


El nuevo panorama político
El gobierno y los tribunales romanos desaparecieron junto con su cultura, conformando el nuevo gobierno bandas de tribus guerreras. Así, un líder poderoso se rodeaba de guerreros leales a los que pagaba con el botín de las invasiones. La ley tribal, fundamentada en el combate o en el juramento, reemplazó a la ley romana. Surgieron gradualmente pequeños reinos basados en pactos tribales. Pero gobernar no resultaba fácil debido a la carencia de funcionarios letrados, a la pobreza de las comunicaciones, al estancamiento del comercio y a la escasez de dinero en circulación. La gente sobrevivía gracias a una agricultura de subsistencia. La vida era dura, breve y brutal. La media de esperanza de vida era de 30 años, sesgada por una alta tasa de mortalidad en la población infantil y femenina, esta última debida a las dificultades de los partos.
Al comienzo de la Edad Oscura, la lista de potencias europeas se distribuía del siguiente modo:
* Francos: ocupaban la mayor parte de la actual Francia y partes de Alemania a lo largo del Rin* Ostrogodos: el norte de Italia, Suiza y los Balcanes* Visigodos: España y Portugal.* Vándalos: noroeste de África, Sicilia y el sur de Italia* Distintas tribus germanas entre ellas los sajonesy lombardos* Anglosajones: Inglaterra.* Celtas: Gales, Irlanda, Escocia y Britania.* Magiares: Hungría.* Eslavos: Polonia y el oeste de Rusia.* Bizantinos: Turquía, Palestina, Egipto, Siria y gran parte de los Balcanes, incluida Grecia
Durante los siglos posteriores, la lista sufrió las siguientes modificaciones:
* Vándalos: derrotados y sustituidos por los bizantinos.* Visigodos: derrotados y sustituidos por los francos en Francia y por los musulmanes en España y Portugal.* Ostrogodos: atacados y finalmente absorbidos por los lombardos (Italia) y bizantinos (los Balcanes).
Se considera que los Años Oscuros cubren el periodo comprendido entre el 500 y el 1000. Tres fueron las principales fuerzas que conformaron este periodo y que hicieron que la relativa oscuridad diera a su fin: la expansión de nuevas religiones, el auge del Imperio Franco, y las depredaciones de los vikingos.



La tecnología
A finales de la Edad Media, la ciencia en Europa no sólo había alcanzado el nivel de la antigüedad, sino que lo había sobrepasado. Los hombres de esta época se interesaban por una tecnología práctica, no teórica. Buscaban formas distintas de hacer las cosas para facilitar la vida y desarrollar los negocios. Se interesaban por el mundo natural e intentaban entenderlo porque tenían cada vez más tiempo libre para dedicarse a su observación
Cuando los cristianos recuperaron las tierras de la Península Ibérica y Sicilia, adquirieron de los musulmanes las bases de las matemáticas y las ciencias. Desde principios de la Edad Media, los musulmanes habían estudiado activamente las ideas antiguas y nuevas provenientes de Asia. Los musulmanes nos dejaron como herencia el sistema numérico arábigo, utilizado hoy en día, y el concepto del cero, inventado en la India.
La investigación práctica empezó a retar a la lógica en una búsqueda para entender las leyes de la naturaleza. Se reconoció el valor de la observación, la experimentación y la evidencia empírica (contable) como bases y métodos de prueba de teorías. Esto dio lugar al método científico que sería característico del Renacimiento y del que parte la investigación científica moderna. Los griegos de la antigüedad ya habían sugerido el método científico, pero finalmente éste había sido desechado y olvidado.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Mar Muerto

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CELEBRACIONES PAGANAS


La Celebración Pagana de la Navidad
por José Luis Torres A.
¿Qué tiene de cristiano la celebración de la Navidad? La respuesta a esta pregunta es de vital importancia para el cristiano, pues para los incrédulos, la Navidad no es más que una excusa más para hacer fiestas, dar y recibir regalos, estar con la familia o seres queridos, o dar rienda suelta al desenfreno y a las pasiones desordenadas; aunque para algunos incrédulos religiosos, la Navidad es una ocasión para renovar sus votos a sus santos o vírgenes predilectos, y a su particular iglesia a que pertenecen. El cristiano pues, respondería a la pregunta diciendo simplemente que la Navidad es la celebración del Nacimiento de Cristo. ¿Debería el cristiano celebrar la Navidad?, y de ser así, ¿cómo y cuándo debería hacerlo? Responderemos a estas preguntas en seguida.
El Origen de la Celebración de la Navidad
En su afán de "cristianizar" al mundo pagano, el catolicismo romano ha intentado a través de la historia sustituir costumbres idólatras paganas con equivalentes "cristianas", y las deidades falsas, con santos o vírgenes "cristianos". Tal es el caso con la así llamada "Semana Santa", el día de los Reyes Magos o Epifanía, el día de la Candelaria, y ciertamente lo es en la celebración de la Navidad.
La Iglesia Católica Romana ordenó en el siglo V la observación de la Navidad el 25 de diciembre, para sustituir la antigua fiesta pagana romana del nacimiento del dios sol. George P. Fisher, quien fuera profesor de Historia Eclesiástica en la Universidad de Yale, señala sobre el origen de la Navidad:
Navidad, un festival de origen romano, que tomó el lugar del festival pagano en honor al Sol, o a la deidad que llevaba ese nombre, que era celebrada en el solsticio de invierno, o el 25 de diciembre, la fecha erróneamente asignada para el solsticio en el calendario juliano. (History of the Christian Church, por George P. Fisher. New York: Charles Scribner's Sons, 1926; pág. 65)
Ralph Woodrow, quien ha hecho un excelente trabajo en su Babilonia, Misterio Religioso, al rastrear el origen pagano de muchas costumbres y ritos en la Iglesia Católica, en relación a la Navidad, cita lo siguiente:
En los días del paganismo esta fiesta del nacimiento del dios sol era popular especialmente dentro de los "misterios" conocidos como mitraísmo. Este festival era llamado "La Natividad". (La Rama Dorada, pág. 471). Y no solamente Mitra, el dios del sol del mitraísmo, del cual se decía que había nacido en esta época del año, sino también de Osiris, Orus, Hércules, Baco, Adonis, Júpiter, Tammuz y otros dioses, puesto que eran todos procedentes de la misma leyenda de Tammuz con otros nombres. Todos ellos habían nacido en la misma época invernal conocida hoy como "Navidad". (Doane, pág. 474, Hislop, pág. 93)
En Babilonia el cumpleaños de Tammuz era celebrado en esta época del invierno con grandes fiestas, celebraciones y borracheras, igual que se celebra hoy en día. La vieja celebración se dispersó y llegó a ser una costumbre tan arraigada en la "Roma y Grecia paganas en los días de los bárbaros teutónicos, como en las épocas remotas de la civilización egipcia y en todas partes este período era siempre celebrado con fiestas y regocijo." (Curiosidad de Costumbres Populares, pág. 242) [Babilonia, Misterio Religioso, por Ralph Woodrow. Riverside, California: Ralph Woodrow Evangelistic Association, sin fecha; pág.
De manera que muchos cristianos, incluyendo el que esto escribe, hemos celebrado el nacimiento de un dios pagano sin saberlo, creyendo que celebrábamos el nacimiento del Salvador Jesús. Si no más, el cristiano (o cualquier persona con sentido común) debe reconocer que al celebrar la Navidad está siguiendo una práctica católica, pues fue la Iglesia Católica quien fijó la fecha y ordenó la celebración de la Navidad el 25 de diciembre.
El argumento favorito para defender esta fecha por algunos cristianos es: "Todo lo que yo hago es celebrar el nacimiento de mi Salvador, y aprovechar la ocasión para testificar a otros." Si lo que quiere es celebrar el nacimiento de Cristo (y como se expondrá más adelante, en ninguna parte de la Biblia se manda eso), ¿por qué seguir una TRADICIÓN pagana establecida por una religión híbrida de cristianismo con paganismo? ¿Por qué no celebrar el nacimiento de Cristo en marzo, o en julio, o mejor aún, en octubre, como algunos estudiosos de la Biblia aseguran que es más probablemente que sea el mes en que Cristo nació?
Se podrán ofrecer muchas excusas para esta celebración, pero no podremos eludir la sentencia de Romanos 2:1, que dice: "Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo". Porque criticamos a los católicos por sus tradiciones, pero muy convenientemente, seguimos una de ellas: la de la Navidad.
Las Costumbres Navideñas
Intercambio de Regalos en Navidad. Una de las cosas más absurdas en la celebración del supuesto cumpleaños de Cristo, es que todo mundo se regala el uno al otro, y el que nunca recibe nada es el del cumpleaños. En sermones he hecho la pregunta retórica: "¿Qué le parecería a usted que vinieran sus familiares y amigos a celebrar su cumpleaños, y entre ellos todos se regalan unos a otros y a usted no le regalen nada?" No es mala pregunta.
Pero alguien dirá: ¿"No es la Navidad una época de compartir con 'los hombres de buena voluntad '"? (A veces podemos ser muy "bíblicos", ¿no es así?). ¡NO! El texto bíblico dice: "buena voluntad para con los hombres" (Lc. 2:14) No hay hombres de buena voluntad en el mundo (Romanos 3:10-12).
La verdad es que hasta el intercambio de regalos tiene su origen con otra costumbre pagana idólatra también relacionada con el nacimiento del dios sol. Woodrow señala:
Cuando este festival de invierno llegó a Roma, era conocido como La Saturnalia. Saturno no era más que otros nombre de Nimrod o Tammuz, como el "dios escondido". Esta fiesta era la más vil, inmoral y degenerada que tanto desprestigió a Roma. Era una época de libertinaje, y borrachera, cuando todas las restricciones de la ley eran puestas a un lado. Fue de esta misma fiesta romana de la que se tomó la celebración del nacimiento de Cristo y que pasó a la Iglesia Católica Romana hasta la presente civilización.
Tertuliano menciona la práctica de intercambiar regalos en esta temporada como parte de La Saturnalia romana. Cuando este festival fue adoptado por la Iglesia Romana, también se adoptó esta costumbre. De ese modo trataron de hallar alguna similitud entre el paganismo y la religión cristiana, los líderes de la Iglesia Romana. Se dijo que era en recuerdo de los dones que los reyes magos presentaron a Jesús niño el intercambiar regalos. Pero no es así. Los magos no intercambiaron regalos entre ellos, sino que dieron sus regalos a Jesús, el nacido Rey de los Judíos. (Era una costumbre oriental el presentar regalos al estar ante un Rey). Pero estos regalos no eran regalos de nacimiento. Cuando los magos llegaron, fue mucho después del nacimiento de Jesús. Para esa época, ya vivía Él en su casa (Mateo 2:9-11), y no en el establo. Obviamente, los regalos de los magos no
Otra fuente, la The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, confirma esta información:
La Fiesta de Saturnalia en la antigua Roma, por ejemplo, se celebraba durante siete días desde el 17 hasta el 24 de diciembre y se caracterizaba por su espíritu de alegría, dar regalos a los niños y otras formas de entretenimiento. Gradualmente, los primeros cristianos reemplazaron la fiesta pagana con la celebración de la Navidad; pero muchas de las tradiciones de esta observancia fueron asimiladas y permanecen hasta este día como parte de la observancia de la Navidad. (Christmas. The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, Merrill C. Tenney, Editor General. Grand Rapids, Michigan: The Zondervan Publishing House, Volumen I, págs. 804-805)
Las posadas. De las citas anteriores se puede ver claramente el origen de la práctica católica de las posadas, excepto que en vez de siete, son nueve los días que duran estas fiestas, mezcla de mundanalidad con religiosidad, puesto que después de rezar, hacer procesión con el "nacimiento", termina la posada con una gran borrachera, o baile, o algo que ciertamente nada tiene que ver con el nacimiento de Cristo. El ángel anunció el nacimiento de Cristo diciendo que su nombre sería Jesús (Salvador), porque Él salvaría al pueblo de sus pecados (Mateo 1:21). La venida de Cristo a este mundo fue para librarnos del pecado, no para arrojarnos más al desenfreno y a la mundanalidad.
Lo bueno es que nosotros los cristianos lo celebramos "correctamente", sin excesos, ni borracheras. Muchas iglesias cristianas, aun bautistas fundamentales, tienen su programa y cena de Navidad, en sustitución de las mundanas posadas. ¡Qué bonito! Sea como sea que se practique, no deja de ser una participación de una fiesta de origen pagano. Valdría la pena preguntarse: "¿En qué parte de la Biblia se manda celebrar el nacimiento de Cristo? Contestaremos a esta pregunta más adelante.
El árbol y adornos de Navidad. Los cristianos que participan en esta celebración, justifican que ponen su arbolito de Navidad con luces y esferas, argumentando que representa la cruz de Cristo. Nada podría estar tan lejos de la verdad.
Una vez más, Woodrow explica que:
Una fábula babilónica decía que Semiramis, la madre de Tammuz, afirmaba que durante una noche, un árbol verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco muerto supuestamente representaba a su esposo muerto, Nimrod, ¡y el árbol de pino llegó a ser el símbolo de que Nimrod había revivido en la persona de Tammuz!
La idea se propagó y se desarrolló tanto que muchas naciones tienen su propias leyendas de árboles sagrados. Entre los druidas, los egipcios, los romanos (los cuales adornaban sus árboles con cerezas rojas durante La Saturnalia), los escandinavos y muchos más. Y al igual que otros ritos paganos, fueron absorbidos por el "cristianismo". Asimismo lo fue el uso del árbol de Navidad. El árbol de Navidad recapitula la idea del culto con sus bolas brillantes en símbolo del sol y todas las festividades del invierno pagano han sido incorporadas al día de la Navidad.
En no menos de 10 referencias bíblicas, el árbol verde es asociado con idolatría y culto falso (Deut. 12:2; 1 Reyes 14:23; 2 Reyes 16:4; 17:10; Ezequiel 6:13). (Woodrow, pág. 242).
Si la Navidad es la celebración del nacimiento de Cristo, y el árbol significara su cruz, ¿no es ilógico que se introduzca un elemento de su muerte en la celebración de su nacimiento? No, la verdad es que ese mito es otro intento de justificar la participación del cristiano en una fiesta pagana.
Lo que Enseña la Biblia sobre la Observancia del Nacimiento de Cristo
Cristo no nació el 25 de diciembre. La Biblia no dice cuándo nació Cristo, pero hay fuerte evidencia de que no nació durante el invierno. Los pastores estaban velando sobre sus rebaños durante las vigilias de la noche (Lc. 2:8). Los pastores de Palestina no hacen esto durante el invierno. La aglomeración en Jerusalén y en sus alrededores (Belén está a solo 5 millas de Jerusalén) se debió, más a la celebración de la fiesta de la cosecha que por el empadronamiento ordenado por Augusto César. Lo primero tenía que ser en otoño, y lo otro, era más factible que se hubiera mandado en otro tiempo del año en que fuera más fácil para viajar. Algunos eruditos han fijado la fecha del nacimiento de Cristo en marzo, otros hablan de junio o julio como la temporada probable de su nacimiento, pero sea como fuere, una cosa es segura, la Biblia no dice que haya sido el 25 de diciembre.
Además, la Biblia no manda en ningún lugar celebrar o conmemorar el nacimiento de Cristo. Si la Biblia manda conmemorar algo, es la muerte de Cristo en la Cena del Señor (1 Corintios 11:26). La predicación de los apóstoles se centró en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, pero nunca en su nacimiento. Alguien dirá: "Sí, pero si Cristo no hubiera nacido, tampoco habría muerto." ¡Cierto! el Hijo del Hombre vino para salvar lo que se había perdido (Lc 19:10), pero una vez más, ¿dónde dice la Biblia que hay que celebrar su nacimiento? Y si se ha de celebrar, ¿por qué hacerlo en la fecha que según la contundente evidencia histórica, era la fecha en que celebraban los paganos el nacimiento de su dios, y que luego pasó a ser celebración católica?
Lo que Grandes Hombres de Dios han dicho sobre la celebración de la Navidad
El Dr. H. A. Ironside, en su comentario del libro de Apocalipsis, comenta:
Es un hecho lamentable que los principios y prácticas de Babilonia estén rápida y firmemente permeando las iglesias que escaparon de Roma en el tiempo de la Reforma. Podemos ver evidencias de ello en el extendido uso de títulos eclesiásticos rimbombantes, que otrora fueran desconocidos en las iglesias reformadas, en los avivamientos de días santos y festividades eclesiásticas como la Cuaresma, Viernes Santo, Semana Santa y Navidad Debo admitir que algunas de estas festividades, si investidas de cualquier carácter eclesiástico, puede ser que sean practicadas en inocencia en los hogares, pero cuando se convierten en festivales de las iglesias, tales festividades ciertamente caen bajo la condenación de Gálatas 4:9-11, en donde el Espíritu Santo advierte contra la observancia de días y meses y tiempos y años. Todas ellas, y muchas otras que se pudieran añadir, son de origen babilónico, y estuvieron alguna vez relacionados con la adoración de misterio de Astarot y Tamuz. Ha sido a través de Roma que ellas nos han llegado a nosotros; y hacemos bien en recordar que Babilonia es la madre, con hijas que probablemente participan de las características de su madre (Lectures on the Book of Revelation, por H. A. Ironside. Loizeaux Brothers: Neptune, New Jersey, 1973), pág. 301.
El afamado y ampliamente leído predicador bautista del siglo pasado, Carlos H. Spurgeon, en un sermón predicado el Día del Señor [domingo], el 24 de diciembre de 1871, dijo:
No tenemos supersticiones concerniente a los tiempos o las sazones. Ciertamente nosotros no creemos en el presente arreglo eclesiástico llamado Navidad: primero, porque no creemos en misas para nada*, sino las detestamos, ya sea que sean dichas o cantadas en latín o en inglés; y segundo, porque no encontramos ninguna base escritural para observar ningún día como el cumpleaños del Salvador; y consecuentemente, su observancia es una superstición, porque no es de autoridad divina. La superstición ha fijado con todo dogmatismo el día del nacimiento de nuestro Salvador, aunque no hay posibilidad de descubrir cuándo ocurrió
*Nota del traductor: la palabra inglesa para Navidad es Christmas, que es una palabra compuesta de Christ, Cristo, y mass, que significa misa.
No fue sino hasta mediados del tercer siglo que alguna parte de la iglesia celebró la natividad de nuestro Señor; y no fue sino hasta mucho después que la Iglesia Occidental [la Católica] hubo puesto el ejemplo, que la iglesia Oriental [Griega-ortodoxa] la adoptó. Porque el día no se sabe, por lo tanto, ha sido fijado por la superstición, ¿Dónde está el método en la locura de la superstición? Probablemente el hecho es que los días santos fueron arreglados para acomodarlos a los festivales paganos Nos atrevemos a afirmar que si hay algún día en el año en que podamos estar bien seguros que no es el día en que nació el Salvador, es el 25 de diciembre sin considerar pues el día, demos gracias a Dios por el don de amado Hijo. (Tomado de The BDM Letter January/February 1996, Vol. 5, No.1)
Conclusión
Quizá si tenemos en mente que lo que celebramos es el nacimiento de Cristo, y lo aprovechamos para predicar el evangelio, podríamos acallar un poco la conciencia de que estamos participando con el mundo en una celebración de origen cien por ciento pagano, después de todo los judíos tenían muchas fiestas y celebraciones. Dios les mandó específicamente a los judíos observar ciertas fechas, que en todos los casos, señalaban hacia el cumplimiento de la venida del Mesías; y aún en esos casos, los judíos cayeron en el error.

SOLSTICIO DE INVIERNO


Todas o casi todas las culturas ancestrales celebraban los Solsticios ya que éstos marcaba hitos vitales en la supervivencia de estas culturas, indicando a sus miembros a través de los sacerdotes, la época de siembra o de cosecha, el cambio de estaciones con el renacimiento del Sol después del invierno.

Astronómicamente el Solsticio es cada uno de los dos puntos en la curva elíptica en la cual su distancia del Ecuador Celestial es la mayor alcanzada por el Sol cada año alrededor del 22 de Junio y el 22 de Diciembre; el tiempo que el Sol cruza el Solsticio el 22 de Diciembre comienza el Verano en el Hemisferio Norte y el Invierno en el Hemisferio Sur.

Este año el Solsticio es algo especial por dos razones: primera el cambio de los dígitos del nuevo milenio y segunda porque coincide con el perigeo de la luna y la Luna llena, acontecimiento cósmico que solo se repite cada 133 años.

Masónicamente hablando, el Sol es un símbolo de suma importancia. La Logia que, entre otros, simboliza también al Universo, con su piso terrenal y su techo celestial, donde el Venerable Maestro ilumina simbólicamente con su Sabiduría a todos los Hermanos del taller, representa al Sol en su nacer. El V\M\ dirige la Logia desde su trono en el Oriente, fuente de la Luz, al igual que el Sol que comienza su esplendor desde el Oriente; el Primer Vigilante simboliza al Sol en su ocaso en el Occidente y el Segundo Vigilante simboliza al Sol al Mediodía (Norte).

Siendo la Naturaleza el marco de acción del Masón y los fenómenos naturales, fuentes de estudio e inspiración, no podía estar nuestra orden ajena al fenómeno natural del recorrido elíptico del Astro Rey destacando que sus puntos más lejanos y distantes del Ecuador, coinciden con los cambios naturales de las dos estaciones opuestas, Invierno, Verano, símbolos también de la contradicción, la dualidad, los pares opuestos, representados en el piso del Templo por las baldosas blancas y negras.

El Solsticio de Invierno nos recuerda también nuestra propia Iniciación, la oscuridad de la Cámara de Reflexiones, el invierno del mundo profano dentro de nosotros que dejamos atrás, cuando en el templo se nos pregunta: ¿Cuál es ahora el mayor deseo de vuestro corazón? ; y respondemos sin titubear: ¡Ver la Luz!!!

Festejemos HH\ este SOLSTICIO de INVIERNO, con amor, fe y sana alegría, mantengamos nuestra Iniciación como un simbólico Bautismo de DIGNIDAD porque como Masones debemos contribuir al mejoramiento individual y de la humanidad toda, mostrándole el camino con nuestro ejemplo de hombres libres y de buenas costumbres.

lunes, 9 de noviembre de 2009

20 AÑOS DE LA CAIDA DEL MUNDO DE BERLIN

El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, al viernes, 10 de noviembre de 1989, 28 años más tarde de su construcción. La apertura del muro, conocida en Alemania con el nombre de die Wende (el Cambio), fue consecuencia de las exigencias de libertad de circulación en la ex-RDA y las evasiones constantes hacia las embajadas de capitales de países del Pacto de Varsovia (especialmente Praga y Varsovia) y por la frontera entre Hungría y Austria, que impuso menos restricciones desde el 23 de agosto. En septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron hacia Hungría.
Hacia el final de 1989 comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de la Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre de 1989, siendo reemplazado por Egon Krenz pocos días más tarde.
Tras el 6 de noviembre se hizo público el proyecto de una nueva legislación para viajar, que recibió duras críticas, y el gobierno checoslovaco protestó por vías diplomáticas por el aumento de la emigración desde la RDA a través de Checoslovaquia. El SED decidió, el 7 de noviembre, regular los viajes al exterior, facilitándolos. El 9 de noviembre se promulgó un plan que permitía obtener pases para viajes de visita. Se elaboró un modelo en el Consejo de Ministros, que se decidió ese mismo día antes de las 18:00 y que debía ser publicado y difundido en forma de circular a las 4:00 siguiente por las agencias de noticias, aunque hubo una objeción al procedimiento por parte del Ministerio de Justicia. Paralelamente, el modelo del Ministerio fue estudiado a medianoche en el Comité Central (ZK) y se modificaría ligeramente.[10]

Muro de Berlín (16 de noviembre de 1989)

Porción del Muro de Berlín parcialmente destruida vista desde el lado occidental, con un guardia fronterizo y la Puerta de Brandeburgo al fondo, noviembre de 1989
El miembro del Politburó del SED Günter Schabowski anunció en una conferencia de prensa, retransmitida en directo por la televisión de Alemania Oriental, que todas las restricciones habían sido retiradas y decenas de miles de personas fueron inmediatamente al muro, donde los guardas fronterizos abrieron los puntos de acceso permitiendo el paso. Schabowski acabó la conferencia de prensa a las 18.57. Se encontraban presentes sobre el podio junto a Schabowski: los miembros del Comité central del SED Helga Labs. Gerhard Beil y Manfred Banschak. Schabowski leyó un proyecto de ley del consejo de ministros que tenía delante:
"Los viajes privados al extranjero se pueden autorizar sin la presentación de un justificante — motivo de viaje o lugar de residencia. Las autorizaciones serán emitidas sin demora. Se ha difundido una circular a este respecto. Los departamentos de la Policía Popular responsables de los visados y del registro del domicilio han sido instruidos para autorizar sin retraso los permisos permanentes de viaje, sin que las condiciones actualmente en vigor deban cumplirse. Los viajes de duración permanente pueden hacerse en todo puesto fronterizo con la RFA."
A la pregunta de un periodista italiano: "¿Cuándo entrará en vigor?
Schabowski, hojeando sus notas contestó:
"En cuanto lo diga — inmediatamente".[11]
Gracias a los anuncios de las radios y televisiones de la RFA y Berlín Oeste bajo el título "¡El Muro está abierto!", muchos miles de berlineses del Este se presentaron en los puestos de control y exigieron pasar al otro lado. En esos momentos, ni las tropas de control de fronteras ni los funcionarios del ministerio encargados de regularlas estaban informados. Sin una orden concreta, sino bajo la presión de la gente, el punto de control de Bornholmerstrasse se abrió a las 23.00, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA. Muchos telespectadores se pusieron en camino. A pesar de todo, la verdadera avalancha tuvo lugar a la mañana siguiente. Muchos durmieron toda la noche para asistir a la apertura de la frontera a la mañana siguiente, 10 de noviembre.
Los ciudadanos de la RDA fueron recibidos con entusiasmo por la población de Berlín Oeste. La mayoría de los bares cercanos al muro daban cerveza gratis y los desconocidos se abrazaban entre sí. En la euforia de esa noche, muchos berlineses occidentales escalaron el muro. Cuando se conoció la noticia de la apertura del muro, se interrumpió la sesión vespertina del Bundestag en Bonn y los diputados entonaron espontáneamente el Himno de Alemania.
El 9 de noviembre, los berlineses llevaron a cabo la destrucción del muro con todos los medios a su disposición (picos, martillos, etc.). El virtuoso del violoncello Mstislav Rostropovitch, que había tenido que exiliarse al Oeste, fue al pie del muro a animar a los que lo demolían. La fotografía de esta anécdota se volvería célebre.
Posteriormente, el 21 de julio de 1990 en la Potsdamer Platz se realizó el The Wall Live (Directo El muro), promovido por Roger Waters y con la participación de estrellas de rock como Van Morrison, Scorpions, Ute Lemper, Marianne Faithfull, The Band, Cyndi Lauper y Bryan Adams se realizó para apoyar a la fundación Memorial Fund For Disaster Relief creada para paliar los impactos de cualquier guerra o desastre natural sobre todo en Europa.
El historiador marxista británico Eric Hobsbawm, en su libro de 1994 The age of extremes: The short Twentieth century 1914-1991, dice que el siglo XX fue "corto" (frente al "largo" XIX), habiendo estado enmarcado entre el estallido de la Primera Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética, hecho éste último que ya había sido previamente anticipado de alguna manera por la caída del muro de Berlín de noviembre de 1989.
Estructura de las instalaciones en las fronteras

Ampliación del muro en Bernauer Straße 1980
El Muro de Berlín fue completado durante la fortificación exhaustiva de las fronteras de la RFA y – en menor proporción – de otras fronteras occidentales de los países del Pacto de Varsovia, haciendo palpable el llamado Telón de acero. Como el resto de fronteras, el Muro de Berlín estaba provisto de un sistema muy completo de alambre de espino, fosos, barreras antitanque, recorridos para patrullas y torres de vigilancia. A principios de la década de 1980 se habían empleado cerca de mil perros policía. Este sistema fue extendido en las décadas siguientes. Particularmente, las casas cercanas al Muro se vaciaron después del amurallamiento. Este proceso continuó hasta el 28 de enero de 1985, día en el que se demolió la Iglesia de la Reconciliación en Bernauerstrasse. De esta forma se formó una franja alumbrada en la densa y oscura ciudad de Berlín.
Según el Ministerio de Seguridad Nacional, en la primavera de 1989 el muro estaba formado por:
41,91 km de muro de una altura de 3,60 m.
58,95 km de muro prefabricado de una altura de 3,40 m.
68,42 km de alambre de espino con una altura de 2,90 m.
161 km de calles iluminadas.
113,85 km de vallas.
186 torres de vigilancia.
31 puestos de control.
De la frontera de 156,4 km de Berlín Oeste, 43,7 km colindaban con Berlín Este y 112,7 km con Bezirk Potsdam. 64 km de del recorrido estaban en áreas edificadas, 32 km en zonas boscosas, 37,95 en descampados y 37,95 km en ríos y lagos.
Las tropas fronterizas de Alemania del Este tenían órdenes de impedir por todos los medios la evasión de cualquiera que intentara cruzar el muro, incluido el uso de armas de fuego, aun a costa de la vida de los fugitivos. En el Muro de Berlín, las órdenes de disparar se dieron numerosas veces; el número de muertes supera la media de las producidas en las fronteras de la RDA. En festividades importantes o visitas de estado, la orden de disparar a los fugitivos se interrumpía temporalmente, para evitar las críticas de la prensa occidental. En Berlín Oeste, la policía y las fuerzas militares aliadas observaban las actuaciones en la frontera oriental y se registraban las más graves.

Señal de aviso de zona fronteriza
Construcción de las instalaciones fronterizas
En su estado final de construcción, a finales de la década de 1989 , las instalaciones fronterizas consistían en:
Un muro de hormigón de 2 a 3 m de alto.
Una alarma que detectaba el contacto con el suelo.
Una barrera de contacto de tela metálica más alta que un hombre, con un tendido de alambre de espinas y una alarma de contacto.
Hasta su apertura en el año 1989 hubo además, en algunas partes, recorridos con perros policía (pastor alemán que podían correr libremente, aunque sujetos a una guía de cuerda), barreras antivehículo y antitanque (erizo checo), cuya desmantelación costaría posteriormente miles de millones de marcos al estado.
Un camino (iluminado de noche) para el acceso a los puestos de guardia y la circulación de las columnas militares.
Torres de vigilancia (302 en 1989) equipadas con proyectores de búsqueda, que vigilaban los puestos fronterizos de día, y con un refuerzo de soldados durante la noche.
Pistas de control, siempre escarificadas, que servían para recoger las huellas de los fugitivos, y que no debían ser pisadas por los soldados.
Barreras de separación suplementarias, que superaban la altura de un hombre, y a través de las cuales se podía ver en oblicuo.
El Muro propiamente dicho, de 3,75 m de altura, con un lado en Berlín Occidental.
Algunos metros de territorio pertenecientes a la RDA.
La anchura total de las barreras fronterizas variaba entre 30 y 500 m (en Potsdamer Platz). Al contrario que en las fronteras interiores con la RFA, no se dispusieron campo de minas ni pistolas automáticas (aunque en general esto no se conocía en la RDA).

Cruzando hacia Berlin Oeste en 1989
Los detalles de las instalaciones, diseñadas por las tropas fronterizas como zonas de acción, estaban bajo secreto militar y eran, por tanto, desconocidas por los ciudadanos de la RDA. Las tropas fronterizas debían guardar silencio. Como nunca sabían si se encontraban con un agente de la Stasi, siempre guardaban silencio. Cualquiera que se interesaba por las instalaciones fronterizas se arriesgaba, al menos, a ser arrestado y enviado a los puestos de policía para un control de identidad. El resultado podía ser una condena en prisión por planificación de evasión. Estaba prohibido visitar la zona inmediatamente anterior a la frontera sin una autorización especial.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Profecías Mayas



Las Siete Profecías Mayas
Cuando nos ponemos a reflexionar y observamos lo que sucede en el mundo sentimos de una u otra forma que los tiempos apocalípticos están ya presentes, así vivimos hoy tiempos de guerra por cualquier asunto, cambios climáticos que provocan grandes calamidades, amén de los desastres naturales que cada vez que se presentan tal parece que lo hacen con mayor contundencia, y ni que decir de nuestros comportamientos individuales y sociales cotidianos donde se pone en evidencia que, cada vez estamos más lejos de nosotros mismos y de los demás con el consecuente deterioro de las relaciones humanas.Los Mayas sabían que todo esto iba a suceder y por ello nos dejaron un mensaje grabado en piedra que esta constituido por un elemento de alerta y otro de esperanza mismos que están contenidos en sus Siete Profecías, en el mensaje de alerta nos avisan de lo que va a pasar en éstos tiempos que vivimos, y en el de esperanza nos dicen de los cambios que debemos de realizar en nosotros mismos para impulsar a la humanidad hacia una nueva era, donde los valores mas altos empiecen florecer a través de la práctica cotidiana de de éstos por cada uno de nosotros, para llevar a la humanidad hacia el amanecer galáctico, en donde en la nueva era ya no habrá más caos ni destrucción. Las visiones de futuro, de nuestro presente están en las siete profecías que se basan en las conclusiones de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento de universo.




El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad se tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de todo esta vivo y que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz.
La primera profecía nos dice que a partir de 1999 nos quedan 13 años, para realizar los cambios de conciencia y actitud para desviarnos del camino de destrucción por el que avanzamos, hacia uno que abra nuestra conciencia y nuestra mente para integrarnos con todo lo que existe. Los Mayas sabían que nuestro sol es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla mas intensamente, produciendo en la superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos, ellos dicen que esto sucede cada 5125 años, que la tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación, y predijeron que a partir de ese movimiento se producirían grandes cataclismos, para los mayas los procesos universales como la respiración de la galaxia son cíclicos y nunca cambian, lo que cambia es la conciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso a la perfección ( recordemos el mensaje de Jesucristo en la Biblia: “sed perfectos como lo es su padre en el reino de los cielos”). Los Mayas predijeron que el sábado 22 de diciembre del 2012 el sol al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia cambiará su polarización y producirá una gigantesca llamarada radiante. Por ello la humanidad deberá estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los mayas, transformando a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía, solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva era, en un sexto ciclo del sol.
La primera profecía nos habla del tiempo del no tiempo, un período de 20 años que empezó en 1992 y que termina en el 2012, donde la humanidad entraría en el último período de grandes aprendizajes, grandes cambios. Asimismo la anunció que siete años después del comienzo de este período comenzaría una época de oscuridad que nos enfrentaría a todos con nuestra propia conducta, dijeron que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos nosotros como una guía para despertar, ellos llaman a ésta época como el tiempo que la humanidad entrará al gran salón de los espejos, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo para hacer que entre al gran salón de los espejos y se mire, y analice su comportamiento con el mismo, con los demás, con la naturaleza y con el planeta donde vive. Una época para que toda la humanidad por decisión conciente de cada uno de nosotros decida cambiar, eliminar el miedo y la falta de respeto de todas nuestras relaciones.




Segunda Profecía
Esta anunció que todo el comportamiento de la humanidad cambiaría rápidamente a partir del eclipse de sol del 11 de agosto de 1999, y ese día vimos como un anillo de fuego se recortaba contra el cielo, fue un eclipse sin precedentes en la historia, por la alineación en cruz cósmica con centro en la tierra de casi todos los planetas del sistema solar, se posicionaron en los cuatro signos del zodíaco, que son los signos de los cuatro evangelistas, los cuatro custodios del trono que protagonizan el Apocalipsis de San Juan.
Además la sombra que proyecta la luna sobre la tierra atravesó Europa pasando por Kosovo, luego por Medio Oriente, por Irán e Irak y posteriormente se dirigió a Pakistán e India, con su sombra parecía predecir un área de conflictos y guerras (lo cual ha venido sucediendo puntualmente). Los Mayas sostenían que a partir de los eclipse los hombres perderían fácilmente el control de sus emociones o bien afianzarían su paz interior y su tolerancia evitando los conflictos.
Desde entonces se vive una época de cambios que es la antesala de una nueva era, antes del amanecer es cuando la noche se hace más oscura, el fin de los tiempos es una época de conflictos y grandes aprendizajes, de guerras, separación y locuras colectivas que generará a su vez proceso de destrucción y evolución, la segunda profecía indica que la energía que se recibe desde el centro de la galaxia aumentará y acelerará la vibración en todo el universo para conducirlo a una mayor perfección, esto producirá cambios físicos en el sol, en la tierra y cambios psicológicos en el hombre alterando su comportamiento, su forma de pensar y sentir, se transformarán las relaciones y los modos de comunicación, los sistemas económicos, sociales, de orden y justicia, cambiarán las creencias religiosas y los valores aceptados, el hombre se enfrentará a sus miedos y angustias para resolverlos, y de ese modo podrá sincronizarse con los del planeta, y el universo; la humanidad se concentrará en su lado negativo y podrá ver claramente que cosa es la que está haciendo mal, este es le primer paso para cambiar la actitud y conseguir unidad que permite la aparición de la conciencia colectiva, se incrementarán los sucesos que nos separan pero también los que nos unen, la agresión, el odio, las familias en disolución, los enfrentamientos por ideologías, religión, modelos de moralidad o nacionalismo; simultáneamente más personas encontrarán paz, aprenderán a controlar sus emociones, habrá más respeto, serán más tolerantes y comprensivas y encontrarán la unidad, surgirá el hombre con un altísimo nivel de energía interna, personas con sensibilidad y poderes intuitivos para la sanación, pero también aparecerán farsantes que solo pretenderán tener ganancia económicas a expensas de la desesperación ajena. Al final del ciclo cada hombre será su propio juez, cuando el hombre entre al salón de los espejos para examinar todo lo que hizo en la vida, será clasificado por las cualidades que haya desarrollado en la vida, su manera de actuar día tras día, su comportamiento con los demás, y su respeto por el planeta, todos se ubicarán acordes a lo que sean, los que conserven la armonía comprenderán lo que sucede como un proceso de evolución en el universo, en cambio habrá otros que por ambición, miedo y frustración culparán a los demás o a Dios por lo que sucederá, se generarán situaciones de destrucción, muerte y sufrimiento, pero también se dará lugar a circunstancias de solidaridad y de respeto con los demás, de unidad con el planeta y el cosmos.
Esto implica que el cielo y el infierno se estarán manifestando al mismo tiempo, y que cada ser humano vivirá en el uno o el otro, dependiendo de su propio comportamiento, el cielo con la sabiduría para trascender voluntariamente a todo lo que sucede, el infierno con la ignorancia para aprender con sufrimiento, dos fuerzas inseparables, una que comprende que en el universo todo evoluciona hacia la perfección, que todo cambia, otra envuelta en un plano material que solo alimenta el egoísmo. En la época del cambio de los tiempos, todas las opciones estarán disponibles, prácticamente sin censura de ninguna clase, y los valores morales serán más laxos que nunca, para que cada cual se manifieste libremente como es, la segunda profecía afirma que sí la mayoría de los seres humanos cambia su comportamiento, y se sincroniza con el planeta, se neutralizarán los cambios drásticos que describen las siguientes profecías; hay que ser concientes de que el hombre siempre decide su propio destino, especialmente en esta época, las profecías son solo advertencias para que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar de rumbo para evitar que se hagan realidad.


Tercera Profecía
La tercera profecía Maya dice que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climatológicos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes, y a una velocidad asombrosa; los mayas dicen que el aumento de de la temperatura se dará por varios factores, uno de ellos generado por el hombre que en su falta de armonía con la naturaleza solo puede producir procesos de auto destrucción, otros serán generados por el sol que al acelerar su actividad por el aumento de vibración produce más radiación, aumentando la temperatura del planeta.
Por esta advertencia de la tercera profecía de los Mayas, se hace impostergable y urgente un cambio de conducta en lo individual y colectivo para asumir el compromiso de la practica cotidiana de acciones que ayuden a mejorar la ecología del planeta hasta lograr la plena armonía del actuar del ser humano con el entorno, a sabiendas de que el comportamiento del hombre será crucial para sobrellevar el aumento general de la temperatura causada por su propia conducta inconsciente y depredadora.


Cuarta Profecía
La cuarta profecía dice que a consecuencia del aumento de la temperatura causado por la conducta antiecológica del hombre y una mayor actividad del sol, se provocará un derretimiento en los polos (ya tuvimos noticia reciente del desprendimiento de un bloque de hielo polar del tamaño del territorio del estado de Tlaxcala ubicado en el territorio mexicano), si el sol aumenta sus niveles de actividad por encima de lo normal habrá una mayor producción de viento solar, mas erupciones masivas desde la corona del sol, un aumento en la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta. Los Mayas se basaron en el giro de 584 días del planeta Venus para calibrar sus cálculos solares, Venus es planeta fácilmente visible en el cielo, pues su órbita está entre la tierra y el sol. Ellos dejaron registrado en el códice Dresde que cada 117 giros de Venus marcados cada vez de que aparece en el mismo sitio en el cielo, el sol sufre alteraciones, aparecen enormes manchas o erupciones de viento solar; advirtieron que cada 5125 años se producen alteraciones aún mayores y que cuando esto ocurre el hombre debe de estar alerta, es el presagio de cambios y destrucción. En el códice Desdre también figura la cifra 1366560 kines que tiene una diferencia de 20 años con la cifra que aparece en el templo de la cruz en Palenque, que tiene tallado la cifra de 1366540 kines, correspondiendo esta diferencia al período de tiempo que llamaban tiempo de no tiempo, que es le que estamos viviendo desde 1992, los cambios en la actividad del sol serán más fuertes, puesto que las protecciones que tenemos a nivel planetario se están debilitando, el escudo electromagnético que nos cubre está diminuyendo su intensidad.Sí sabemos que muchas cosas que queremos que no sucedan y que causan grandes tragedias finalmente suceden, debemos concentrarnos en producir resultados positivos de nuestras acciones y al mismo tiempo crecer con las dificultades que se nos presenten, debemos asumir la vida y tomar nuestras decisiones de manera conciente, hay que abrir los ojos a las posibilidades que puede traernos un mundo en el que todos culpan a los demás de lo que sucede.
Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo la integridad fundamental con lo que existe

Quinta Profecía
Esta profecía nos dice que todos los sistemas basados en el miedo sobre lo que se fundamenta nuestra civilización se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía, el hombre está convencido que el universo existe solo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente, y por eso actúa como un depredador de lo que existe. Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo y hacerle ver la necesidad de reorganizar la sociedad, y continuar en el camino de la evolución, que nos llevará a comprender la creación. El nuevo día galáctico está anunciado por todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda la humanidad, es claro entonces que todo lo que no produzca este resultado debe desaparecer ó transformarse, la nueva época de luz no puede tener una humanidad basada la economía militar de imposiciones de verdades por la fuerza.


Sexta Profecía
La sexta profecía Maya dice que en los próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre, los Mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente para que ciertas estructuras se transformen permitiendo la evolución de la conciencia colectiva, todas las cosas tienen un lugar que les corresponde en todas las circunstancias, aún las mas adversas son perfectas para generar comprensión sobre la vida para desarrollar conciencia sobre la creación, por esto el hombre se ha enfrentado constantemente a situaciones inesperadas que le generan sufrimiento, es un modo de lograr que reflexione sobre su relación con el mundo y con los otros, así a lo largo de muchas vidas comprenderá las leyes universales de la razón de la creación, para los Mayas, Dios es la presencia de la vida que tiene todas las formas y su presencia es infinita.
El cometa del que habla la sexta profecía fue también anunciado por muchas religiones y culturas, por ejemplo la Biblia en el libro de las revelaciones aparece con el nombre de ajenjo. Sí el cometa aparece, es posible que su trayectoria lo lleve a chocar con la tierra, o también por medio de físicos o psíquicos logremos desviar su trayectoria (informaciones recientes nos hablan de un enorme asteroide que se ha descubierto en el espacio que en su trayectoria puede chocar con la tierra en los próximos años), los cometas siempre han formado parte del sistema solar, miles de residuos atraviesan, cruzan, rozan, van y vienen periódicamente e incluso chocan con los planetas que se mueven siempre tranquilos en órbitas regulares, alrededor del sol.
Los Mayas siempre estudiaron y registraron los eventos del cielo, su alerta fue prevenir al hombre de los peligros de no conocer las órbitas y períodos de grandes residuos que se cruzan con la trayectoria conocida de la tierra, ellos sabían que para el hombre moderno descubrir con anticipación un asteroide tan grande que pudiera causar su extinción y luego desviarlo sería uno de los mayores logros de la historia humana y un hecho crucial que nos uniría como especie. Antiguamente la esfera celeste era el dominio de los dioses, la aparición sorpresiva de un objeto desconocido que dominaba la noche era motivo de miedo y misticismo, por ese motivo los Mayas construyeron observatorios dedicados a estudiar los fenómenos, querían entender los impredecibles movimientos en el cielo, especialmente después de que establecieron las posiciones de los planetas y las estrellas. El peligro inminente del que nos alerta la sexta profecía nos obligaría a construir un nivel de cooperación internacional, a establecer un sistema de comando y control por encima de los países y una estructura de comunicación mundial, sería la única manera que los países declinaran su soberanía a una identidad como la Naciones Unidas, dando paso a un gobierno mundial para el bien común, sería un cambio para aprender a trascender la separación que es la base de nuestra sociedad.

Séptima Profecía
Esta profecía Maya nos habla del momento que en el que el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche para entrar en le amanecer de la galaxia, dice que los 13 años que van desde 1999 al 2012 la luz emitida desde la galaxia sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades, Que todos los seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones, recibiendo un nuevo sentido: la comunicación a través del pensamiento, los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior, elevando su energía vital, llevando su frecuencia de vibración interior del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento y con el florecerá el nuevo sentido.
La energía del rayo transmitido desde le centro de la galaxia activa el código genético de origen divino en los hombres que estén en una frecuencia de vibración alta, este sentido ampliará la convivencia de todos los hombres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal, una de las transformaciones mas grandes ocurrirá a nivel planetario, pues todos los hombres conectados entre si como un solo todo, dará nacimiento a un nuevo ser en el orden genético, la reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo organismo gigantesco. La capacidad de leer el pensamiento entre los hombres revolucionará totalmente la civilización, desaparecerán todos los límites, terminará la mentira para siempre porque nadie podrá ocultar nada, comenzará una época de transparencia y de luz que no podrá ser opacada por ninguna violencia o emoción negativa, desaparecerán las leyes y los controles externos como la policía y el ejército, pues cada ser se hará responsable de sus actos y no habrá que implementar un derecho o deber por la fuerza. Se conformará un gobierno mundial y armónico con los seres más sabios del planeta, no existirán fronteras ni nacionalidades, terminarán los limites impuestos por la propiedad privada y no se necesitará el dinero como medio de intercambio; se implementarán tecnologías para manejar la luz y la energía y con ellas se transformará la materia produciendo de manera sencilla todo lo necesario, poniendo fin a la pobreza de siempre. La excelencia y el desarrollo espiritual serán el resultado de hombres en armonía que realizan las actividades con las que vibran mas alto y al hacerlo expandirán su nivel de comprensión sobre el orden universal, con la comunicación a través del pensamiento aparecerá un súper sistema inmunológico que eliminará las vibraciones bajas del miedo producidas por las enfermedades, prolongando la vida de los hombres, la nueva era no necesitará del aprendizaje del contraste inverso producido por las enfermedades y el sufrimiento que caracterizaron miles de años de historia.
Los hombres que conciente y voluntariamente encuentren paz interior, entran en una nueva época de aprendizaje por contraste armónico, la comunicación y la reintegración hará que las experiencias, los recuerdos individuales y conocimientos adquiridos estén disponibles sin egoísmos para todos los demás, será como una Internet a nivel mental que multiplicará exponencialmente la velocidad de los descubrimientos, y se crearán sinérgias nunca antes imaginadas. Se acabarán los juicios y los valores morales que cambian con las épocas, como la moda, se comprenderá que todos los actos de la vida son una manera de alcanzar una mayor comprensión y armonía, el respeto será el elemento fundamental de la cultura, transformará al individuo y a la comunidad y colocará a la humanidad en la posibilidad de expandirse por la galaxia, las manifestaciones artísticas y las actividades recreativas comunitarias ocuparán la mente humana, miles de años fundados en la separación entre los hombres que adoraron a un Dios lejano que juzga y castiga, se transformarán para siempre, el hombre vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la integración con el planeta y todos los seres humanos para en ese momento comprender que somos parte integral de un único organismo gigantesco y nos conectaremos con la tierra, los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera; todos los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal y toda materia esparcida por el universo a todas escalas desde el átomo hasta la galaxia, son seres vivos con una conciencia evolutiva, a partir de sábado 22 de diciembre del año 2012 todas las relaciones estarán basadas el la tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a otros como otra parte de si mismo.